Richard Ashcroft es uno de los compositores y cantantes más originales del rock británico de los últimos 20 años, este inspirado inglés saltó a la fama junto a su ex banda THE VERVE en junio de 1997, aquel momento lo marcó definitivamente.
Cuando editaron su tercer disco, ‘Urban Hymns’, que contuvo la canción Bitter Sweet Symphony, hit por el que The Verve alcanzó un gran éxito, fue catalogado como un disco muy bueno, pero vale aclarar que los tres mayores éxitos de ese álbum, eran composiciones de Ashcroft. Aquel fue el momento más grandioso del grupo, sin embargo meses más tarde se disolvería, y allí Ashcroft, lejos de amedrentarse, inició una brillante carrera en solitario.

Richard Ashcroft, después de LOS VERVE, publicaría un álbum debut consagratorio titulado: “Alone With Everybody”, esto sucedió en junio del año 2000. Aquella obra fue muy inspirada e influyente, pero también, fue un éxito en las listas europeas, logrando llegar al número 1 en Inglaterra. El simple fundamental de aquel disco fue ‘A Song For The Lovers’.

Luego del exitoso disco debut que lanzara en el año 2000, publicaba “Human Conditions”, un disco que parecía ser un viaje espiritual alrededor del mundo, en el que Richard cuestionaba a Dios y pensaba sobre la vida. En 2006 llegó el fantástico tercer álbum en solitario “Keys to the world”, una placa que nos devolvía la mejor versión de este compositor inglés, que a su vez en 2007 volvería con THE VERVE en una efímera reunión, que les permitió recobrar parte de aquella esencia que los lanzó al estrellato, incluso grabaron un buen cuarto disco. Esta es una porción de la historia pop de una de las estrellas recientes del rock inglés, quien vió como se disolvía THE VERVE una vez más en 2009, y desde allí volvió como solista en el pasado 2016 con el celebradísimo disco “These People”, un álbum que lo trajo por primera vez a nuestro país, donde pudimos disfrutar de sus canciones de tono épico, esas con trasfondo soul que conmueven con sus arreglos orquestales y su psicodelia.