Desde Cupertino, en el Steve Jobs Theater, la empresa también anunció la cuarta generación de relojes inteligentes.

Llegó el día: Apple presentó la evolución del iPhone X, el modelo que cambió el diseño de sus teléfonos en 2017. Tim Cook, el CEO de la compañía, inició la conferencia de prensa con un gag al mejor estilo Mejor Imposible para comenzar la presentación.

Antes de hablar de los celulares, Cook anunció una nueva generación de Apple Watch, la serie 4. Pero lo importante, obviamente, pasa por los teléfonos de la compañía.

Como se había filtrado, los nuevos modelos vendrán en dos tamaños, con pantalla OLED super retina: 5,8″, 6.5″. El modelo más grande, como también se supo antes de la presentación, se llamará iPhone XS Max. Los dos modelos serán ofrecidos en tres colores: dorado, plateado y gris.

Al igual que el iPhone X 2017, el equipo se desbloqueará con Face ID: sigue sin incluir un lector de huellas digitales. El nuevo iPhone XS tiene una mayor resistencia al agua y podrá estar sumergido durante media hora a más de 2 metros y medio de profundidad sin tener problemas. El procesador A12 Bionic promete ser 50% más rápido y será 40% más eficiente en el consumo de energía.

Resultado de imagen para nuevo iphone

Apple anunció que su nuevo celular vendrá con mayor capacidad de almacenamiento. Los nuevos modelos tendrán 512 GB.

Las cámaras de los iPhone XS también recibieron upgrades. La cámara dual trasera tiene 12 MP y la frontal 7 MP. No subieron la resolución, pero prometieron imágenes con más detalles gracias al software y a un sistema HDR inteligente. ¿La ventaja? Toma múltiples imágenes con varios niveles de exposición, incluyendo uno extendido. Después, la cámara elige las mejores tomas para crear la imagen final.

La cámara además tiene un chiche interesante. Podemos sacar una foto y, después de haberla tomado, elegir qué nivel de foco queremos en la imagen, algo que es imposible hacer con otros dispositivos, incluso con cámaras profesionales.