27 años atrás, un 10 de septiembre de 1991, se publicaba como simple un tema icónico, el gran éxito de Nirvana considerado como el himno de la Generación X, “Smells Like Teen Spirit” (Huele a espíritu adolescente), tema que abría a su vez el álbum modelo del grunge, el movimiento que triunfó en la primera parte de los 90, ‘Nevermind’.

‘Smell like teen spirit’, está considerado como el single que puso al rock alternativo en la alta rotación, sin dudas fue todo un éxito más allá de que no llegó al número uno como sí lo hizo el disco completo ‘Nevermind’, desbancando nada más y nada más y nada menos, que a ‘Dangerous’ de Michael Jackson, todo una imagen, todo un quiebre para el mainstream. Nacía la alternatividad, pero como todo movimiento que surge de los márgenes, rápidamente es tomado por el mercado, quien suele fagocitar sus puntas más rebeldes, lo absorbe y lo relanza, ya como bien de consumo másivo, por ello, el mismo Kurt Cobain terminó odiando aquel temazo, ese que marcó una línea divisoria entre la nueva era del grunge y el hair metal y el pop de la década de los 80, el líder de Nirvana no soportó que su canción alcanzara esos niveles de popularidad tan excesivos.

‘Smells Like Teen Spirit’ fue lanzada un martes 10 de septiembre de 1991 como el primer sencillo del álbum Nevermind, pero curiosamente, tanto la canción como el álbum, que saldría dos semanas más tarde, no generaron grandes expectativas en la industria de la música. Pocas semanas después de su lanzamiento, se rindieron ante el éxito rotundo del álbum y de este simple que sería todo un himno generacional, porque los jóvenes de la llamada Generación X, cultores del nihilismo, estaban cansado del pop armado y del rock de pelos con spray. Así, rápidamente, “Huele a espíritu adolescente” fue todo un ‘himno’, pero esto incomodó a los miembros de la banda hasta el punto en que en sus últimos conciertos la eliminaron de su repertorio, sin embargo al éxito no lo pudieron detener: el video musical recibió dos MTV awards y fue el más emitido en MTV Europa. Tras la muerte de Cobain en 1994, el tema fue cobrando más y más relevancia y está presente en todas las listas de mejores canciones del rock, del siglo y de todos los tiempos.